¿Cómo Vamos? Colima... Ni ángeles ni demonios




El 6 de mayo se presentó públicamente la iniciativa Cómo Vamos Colima, en un evento realizado a las afueras de Palacio de gobierno con una tarima dispuesta, dos pantallas gigantes (una de LEDS), iluminación, equipo de sonido, miles de sillas y un staff que atendía asistentes y participantes.

Los oradores se esforzaron en enfatizar que los colores dividen a la sociedad, pero todos ellos iban de blanco, algunos distinguiendo en sus camisas siglas como CANACO, COPARMEX o CANACINTRA.

Pero esto no es una congregación de empresarios, hay más de 40 organizaciones civiles participando en la iniciativa, aunque no sean las más visibles.

Aun no sabemos con exactitud qué es Cómo Vamos Colima, pero podemos deducir que la iniciativa se dio después de que en el estado se presentó el semáforo económico de México ¿Cómo vamos?, un observatorio económico conformado por un grupo de profesionistas e investigadores de economía y políticas públicas.

México ¿Cómo vamos? es una iniciativa que se propone dar seguimiento a las políticas públicas de México a partir de metas e indicadores puntuales en inversión, competencia, competitividad, bienestar, productividad e impulso a las exportaciones. Para ello realizan análisis y publicaciones periódicas que pueden derivar en información para la toma de decisiones y la acción política.

Pero Cómo Vamos Colima no es un derivado de esta organización nacional, pues antes que un observatorio que realice mediciones, se presenta como una iniciativa para construir una "agenda ciudadana" e imponerla a los futuros gobernantes. Sí, imponerla, porque pretenden hacer que los candidatos a se comprometan firmando sus propuestas.

Antes que medir el estado de las cosas a partir de indicadores puntuales y objetivos, Cómo Vamos Colima se propone construir una agenda de qué indicadores construir. 

Parece que Cómo Vamos Colima se propone decidir qué tipo de economía, qué tipo de educación y qué tipo de seguridad necesita el estado. Aquí empiezan las dudas ¿cómo es que estas organizaciones representan a las decenas de agrupamientos sociales en colima?

Puede que no pretendan hacerlo, pero el discurso ciudadano es confuso, pues al separarse de los partidos se presentan como un grupo sin mayor interés que el bien común, aunque en realidad sean un sector de la sociedad bajo su idea particular de bien común. 

Veamos quienes hicieron la presentación de los ejes de trabajo de Cómo Vamos Colima

  • El eje de economía lo presentó COPARMEX (Confederación Patronal de la República Mexicana)
  • El eje de desarrollo social lo presentó la AMEEC (Asociación Mexicana de Empresarias del Estado de Colima)
  • El eje de educación lo presentó la Federación de Escuelas Particulares
  • El eje de austeridad y transparencia fue presentado por la CANACO (Cámara Nacional de Comercio en Colima)
  • El eje de seguridad lo presentó la Junta Coordinadora Empresarial

Con esto no pretendo desacreditar a quienes conforman esta iniciativa de participación ciudadana digna de celebrarse, pues abona a los controles ciudadanos sobre los gobernantes y a dinamizar los temas importantes de la agenda pública. El problema es que Cómo Vamos Colima se está presentando como una representación de la sociedad cuando no lo es.

De hecho pareciera que en este vacío de desconocimiento de la compleja realidad local, Cómo Vamos Colima intentó realizar un innovador ejercicio de participación que terminó en un fiasco.

En el evento realizado en el centro de la capital, se realizó una votación electrónica para definir las prioridades de cada eje de trabajo (donde se reduce al público a un legitimador de agendas y persiste la pregunta quién realizó los ejes): las votaciones eran en tiempo real y vía SMS con costo al usuario.

El resultado fue que apenas el 7% de los asistentes participó en la votación, y por si fuera poco, la red se saturó y fue imposible seguir con el ejercicio.

Insisto, no se trata de descalificar el trabajo de Cómo Vamos Colima, sino de señalar sus marcos y vacíos para evitar su idealización. Es de celebrase que se realicen este tipo de ejercicios de participación social, pero hay que tener mucho cuidado en idealizarlos o demonizarlos porque eso tiene efectos en lo público y en el gobierno, desde donde se afecta a todo el conjunto de la sociedad.

La Universidad de Colima le ha dado un tratamiento como de Estado a esta iniciativa; el rector de la máxima casa de estudios se reunió con ellos y les abrió la puerta de esta institución pública para realizar un acto de compromisos con los candidatos a gobernador. Esto debería despertar alguna alerta.

Y es que la sociedad en su pluralidad, heterogeneidad y conflictividad no puede ser representada de forma total y unificada, ni bajo la identidad del pueblo ni la del ciudadano, y por eso precisamente se conforman partidos, sindicatos, cámaras empresariales, asociaciones civiles, etc.. Cómo Vamos Colima no difiere mucho de ellos.

Es obvio que las más de 40 organizaciones que conforman este proyecto no representan a las cientas organizaciones sociales que existen en el estado ni a los más de 500 mil ciudadanos colimenses, pero tienen la voluntad y el poder de organizarse para pretender hacerlo, y con ello, reforzar la hegemonía de una capa de la sociedad, o en otras palabras, imponerle una dirección al conjunto social bajo el interés particular.

¿A dónde vamos Colima?



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