Acerca del observatorio ciudadano Cómo Vamos Colima se ha hablado bastante. Desde que el grupo de la élite empresarial irrumpió en el espacio público con una propuesta cívica de control social, los reflectores de los paisajes ideológicos en Colima juzgaron el alcance de la organización: la Universidad de Colima les abrió las puertas con halagos, los medios de comunicación (sobre todo Ángel Guardián) los presentaron como héroes cívicos, casi todos los actores políticos celebraron su iniciativa cívica, a excepción del comité de Morena que pintó su raya de lo que consideró un grupo de presión, y de Martha Zepeda que con matices les dio la bienvenida a la arena pública pero con cierto aire de desconfianza. Entre la ciudadanía la opinión reflejó divisiones: por un lado el festejo frente a la llegada de vigilantes éticos, y por otro la desconfianza frente al currículum de los controladores. La gestación La trayectoria de Cómo Vamos Colima se remonta a la batalla que emprendi
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